martes, 29 de octubre de 2013

Sol invisible

Llámalo Sol, o Universo, o Dios, o Cosmos, o A... o como canta Sabina, llámalo energía, mejor todavía, o como dice TC, quien corresponda. Hoy he dormido bien, muy bien, y he reiniciado y tengo batería llena.

There has to be an invisible sun
that gives us hope when  the whole day's gone

lunes, 28 de octubre de 2013

Tortilla para cenar

El viernes finalmente no terminó tranquilo; me llamaron para darme una información que me dejó preocupada. Pre-ocupada porque hasta hoy lunes no he podido hacer nada al respecto del tema aparte de -casi inevitablemente- calentarme la cabeza. Calentarme la cabeza, y, eso si es útil, darme cuenta de que me tengo que poner mucho las pilas, y ya. Y hoy lunes la 'contra-información' (no se si existe la palabra) que he pedido no ha tenido respuesta -de momento-

La mañana del domingo fue muy cálida, primero P. y yo estuvimos en el cementerio junto con TC a ver a mis abuelos, y luego pasamos el resto de la mañana en su casa. Mas información, mas piezas, mas colores nuevos para los cristales. Todo se va engranando. O casi todo.

Y el resto de cosas no me apetece contarlas, o no me sale. No se porqué. Y no será porque no estoy siempre dando la chapa con las mismas batallas. No puedo. Solo que un día mas, un día menos.

Hoy P. se ha despertado un montón de veces durante la noche, y a las siete y media estaba en pie. Pasamos todo el día juntos. Hago encaje de bolillos para estar ahí, para estar de verdad y seguir criándolo como creo que debo hacerlo, a mi propia manera. Que creo que hasta ahora no se puede decir que haya ido mal. Pero cuando te quedas sin aire todo se vuelve mas dificil, como si llegaras a un planeta tres veces mas grande que la Tierra. Suerte de mis botellas de oxígeno. 


viernes, 25 de octubre de 2013

Un día mas, un día menos

Hoy viernes ha sido un día tranquilo, que ya es mucho. Por la mañana hemos ido a la biblioteca del pueblo de al lado. A P. le cumplía una película y la ha cambiado. Y después nos hemos dado la caminata hasta el centro comercial, pero ni en Carreful ni en Mediamar hemos conseguido por distintos motivos, a cual mas chorra, imprimir unas fotos. Lo dejaremos para el lunes que siempre va bien tener cosas por hacer.

Por la tarde me he ido a cafeterapia con las chicas. Con P. claro, pero por un día se ha quedado dormido en el carro y me ha dejado ese rato 'libre' Después un rato al parque, y poco mas. Un día menos.

jueves, 24 de octubre de 2013

La importancia del meñique

Treinta años pensando que sabía hacer ganchillo y resulta que no tengo ni pajolerilla idea. Tampoco es que me considerase con un Advanced Ganchilling pero bueno, desde mi ignorancia creía tener un elemental alto, tirando a medio. Error!

En una metáfora profunda de narices, ayer aprendí a hacer ganchillo. Algún punto nuevo también, aunque eso sea lo de menos. Aprendí de verdad, aprendí la importancia del meñique y cómo hacerlo trabajar para que el resultado sea el mejor. Ni siquiera lo usaba y ahora que he comprendido... me asombra lo mal que lo hacía. Lógico. No conocía las reglas básicas, me las saltaba (sin querer ni saber, pero me las saltaba) a la torera, y el resultado era el que era: apañetes, cosas pobres, sosas y sin alma.
Y todo vino porque había algo en el resultado de lo que estaba haciendo que me decía que aquello no era lo que debería ser, o mejor dicho, no era lo que yo quería que fuera. La lana correcta, la aguja correcta, yo se hacerlo (creía yo) Entonces ¿por qué este resultado? Esto no es lo que yo quiero!

A. al rescate me arreó una de sus collejas entre contundente cariñosa y espabiladora. Si tu no sabes ¿qué tal preguntar a alguien que si? ¿Ya sabes quien o también te lo tengo que decir yo?

Y así lo hice para regocijo (espero) de A. Me llevé una bolsita glamourosa con los apañetes, y recibí la primera y verdadera lección de ganchillo de my whole life. Qué descubir. Qué abrir los ojos y los chakras. Control del hilo con el meñique, largo de los puntos, vueltas... básicos, superbásicos que desconocía completamente. Preguntas en el aire que flotaban como en bocadillos sin saber hasta qué punto metían el dedo en los chakras Si no sabías todo esto hasta ahora ¿cómo podías hacer ganchillo? La respuesta, precisamente esa, haciendo sin saber, sin conocer reglas básicas, y con el correspondiente resultado.

Treinta años después aprendo y voy aun mas despacio que cuando 'empecé' por primera vez. Despacio no sólo porque estoy aprendiendo, sino porque mi costumbre es hacerlo tan mal que me tengo que concentrar al mismo tiempo en hacerlo bien y en no hacerlo mal. A desaprender! Voy despacio, muy despacio. El resultad final, eso si, es totalmente diferente. Misma lana, misma aguja, mismas manos. Distinto corazón. Y mucho agradecimiento

martes, 22 de octubre de 2013

Introducción a la Botánica

Dada mi actual situación económica, podría decirse que hoy he perdido completamente la razón y me he gastado 9.50 euros en un bote grande de comprimidos de levadura de cerveza. Podría decirse y podría considerarse un derroche. Pero ha sido una inversión. Mi sistema nervioso necesita todas las vitaminas del grupo B y en cantidades industriales. Porque es que me lo imagino ahí pobrecico venga quemar cianocobalamina (qué bonita palabra). Y yo soy mas de guarradas de estas 'naturales' que no de valiums. Que alguno me cae alguna vez, la verdad, pero con un poco de asquete y sólo cuando es estrictamente necesario.

Hoy que comienza este blog, ha sido un día intenso. P. y yo habíamos empezado el día tranquilamente y bien, y estábamos dibujando a primera hora de la mañana, cuando inesperadamente ha llegado una generosa ración de Pollo Casero. Inmersión. Hemos salido a la calle a la búsqueda de ramas flotantes, y como casi siempre, las hemos encontrado. Y la mano que mas fuerte ha tirado para arriba, la de A-chi. Detalles tontos de la vida, como el churrero que ya nos conoce y nos ofrece su salero lleno de azucar (qué simbólico ahora que lo pienso) para que P. se espolvoree el churro a discreción, me alegran y me sacan arriba. Como la dependienta nueva de la tienda que solemos ir,  que hoy P. le ha preguntado cómo se llama y también hemos estado un poco de palique. Mis sospechas se van confirmando: (casi) tol mundo es güeno

Por la tarde, oh novedad, hemos ido al parque y después de un momento también dificil de conversación, esta vez E. al rescate no solo me saca de debajo del agua, sino que me saca, me seca, y poco mas me da un platito de sopa caliente a cucharadas. O por lo menos así de bien me hace sentir. Después mas ayuda. Y a otro sitio, a buscar actividades para P. y mas ayuda, y mas comprensión, y mas apoyo, y mas sentirse bien.Y entre esas cosas y otras abdominales propias, el día se puede decir que ha sido bueno.

No se cuándo, cómo ni sobre quien o sobre qué escribiré. Ni con qué nivel de detalle. De momento somos cuatro -literalmente- gatos y yo y nos conocemos tanto que es como teneros enfrente. Si me pongo moñas me salen unas cosas muy feas y cursis, así que mejor no sigo por ahi. Solamente que quiero a todos los que empezais a leer aqui, a cada uno y a cada una (ole esa corrección política) de un modo y manera diferente.

Este blog no deja de ser una continuación de otro existente, que ha muerto de muerte natural y con una muy avanzada edad, habiendo cumplido su objetivo y tenido una existencia larga y feliz, así que no cabe entristecerse por su pérdida. Como dicen al final de Pleasantville: ¿Qué pasará ahora? Pues no lo se.

¿Y que mas cosas? Pues que igual el blog debería haberse llamado "El diván" (un nombre bastante soso, la verdad) Porque ya me gustaría estar forradísima para ir dos tardes en semana a contarle a un señor extraño mi vida y milagros y que me diga su opinión superprofesional y megaexperta. Pero como no tengo pasta, pues aprovecharé aqui para asentar las aguas del lago.

Mi vida era como un recipiente con tomates, pimientos, pepino, cebolla... (no se admiten bromitas chorras en comentarios con lo del pepino que os veo venir) en fin, como el que prepara los ingredientes para un gazpacho. Y no se me ocurrió otra cosa que meter la batidora. Y ahora todo está revuelto, nada está en orden, todo es provisional, o transitorio o cogido con pinzas. Nada es como "debería". A veces me siento fatal y lloro (si estoy sola y puedo o sea, casi nunca), a veces estoy triste. Otras veces paso momentos estupendos y/o maravullosos que no cambiaría por nada, o recibo tanta ayuda que no se si la merezco. Quienes se supone que habrían de estar conmigo y de mi lado, no lo están, y no sólo no me dan sino que me quitan, y no hablo en sentido material. De otras personas que no esperaba nada, he recibido y recibo tanto que me parece increíble. Hay un sector fijo que ha estado ahí siempre, está ahora, y cuento con que siga(is) estando por los siglos de los siglos amen o al menos hasta que me reincorpore al ciclo del carbono.Luego hay personas con las que a lo mejor sólo me he cruzado de manera puntual, los 'amarillos' que diría Espinosa, pero que me hacen cada favor y me resuelven cada papeleta... por un poner, la secretaria del alcalde.

Estoy aprendiendo mucho, muchísimo, y también estoy cambiando el color del cristal con el que miro, sobre todo el cristal con el que miro y repaso mi propia vida, y cada cambio de color de cristal es un nuevo giro, un nuevo cambio, una nueva duda o una respuesta que me faltaba a una pregunta. Cuando mejor me siento es cuando todo esto que me pasa toma sentido, y no es otro que el de reordenar y reorganizar todo, como si fuera a pasar a limpio. Está siendo dificil y duro, pero no me arrepiento de nada y ni por un segundo lo cambiaría por volverme a ver a mi misma social y aparentemente feliz almorzando sola enfrente de Anarrosa.