martes, 10 de marzo de 2015

Podemos y la igualdad: las siete diferencias entre un bebé y un botijo.


1. Los bebés se componen básicamente de una mezcla organica de C, N, H, y O, están calentitos cuando los coges, y normalmente huelen muy bien.Un botijo está hecho de barro.

2 El funcionamiento del bebé es complejo e incluye una parte física (cuerpo) y una parte... psicológica, emocional, afectiva, anímica...(alma, corazón). Un botijo ni siente ni padece.

3. Los bebés suelen provenir de un padre y una madre. Otros sólo tienen una mamá. Otros un papá. Otros dos mamás o dos papás. Por suerte para nuestra especie, la inmensa mayoría de los padres y madres quieren mas a sus bebés que a si mismos. Un botijo si se rompe, se barre y se olvida.

4. Existe un porcentaje de bebés cuyos padres no son las mismas personas que les engendraron; las familias con hijos adoptados tienen un proceso especial y bastante largo, de formación. Un botijo se lo puedes regalar a tu vecino en un minuto y no pasa nada.

5 Lo que le sucede a un bebé (¿he dicho ya que un bebé ya es una persona y no sólo un futuro trabajador/votante?) desde el mismo momento en que nace, en que existe, afecta de manera absoluta a cómo será el resto de su vida. Un botijo cuando sale de la fábrica de botijos no mira atrás.

6 A las dieciseis semanas de vida, un bebé no se puede preparar la comida sólo, ni ponerse un vaso de agua, ni limpiarse el culete. Es mas, no puede abrazarse a si mismo ni entender qué pasa si se queda solo y siente que su vida está en peligro. A un botijo con rellenarlo de agua de vez en cuando le basta.

7 Los bebés crecen, se convierten en niños, y los niños crecen hasta llegar a adultos. Que por cierto, para eso pasan por el proceso de la adolescencia o etapa donde suelen devolver a los padres el trato recibido en la primera infancia. Cómo se trate a las personas en las primeras etapas de la vida tiene una repercusión directa en como será la sociedad. Repercusión no de cara a las elecciones, quizá. Pero si tan rápido como una generación. Los botijos no votan. Ah, que los bebés tampoco. Entonces para esta última me ha salido una semejanza entre bebés y botijos, en lugar de una diferencia.

¿Será por eso que a nadie le importan los bebés?¿Porque no votan?


viernes, 20 de febrero de 2015

Semillas

Me pongo a escribir sobre otras cosas porque es lo que se me ocurre, o porque me apetece, pero otras veces me pongo a escribir sobre otras cosas porque no se cómo enfrentar el tema por el que realmente empecé este blog.
Todo es según el color del cristal con que se mira. Durante mucho, mucho, mucho tiempo, he mirado a través de cristales que me hacían verlo todo de un determinado color.
Por años y años, no he visto el cristal sino sólo el mundo, exterior pero también interior, teñido por completo del color que ese cristal le daba.
El paso del tiempo no ha sido suficiente para darme cuenta. El mero hecho de cumplir años, en según qué cosas, tampoco me ha servido para aprender nada. He tenido que casarme, tener un hijo y divorciarme, en ese orden, para que al fin ese cristal empezara a soltarse, a desteñir pequeñas gotas de color a veces, a estallar en según que partes otras.
Qué razón tienen, creo yo, quienes dicen que cuando tienes un hjo reandas tus pasos. Revives tu vida. Y qué razón tiene también, y esta no es opinable, la frase que dice que 'cuando nace el hijo, nace la madre' Yo nací como madre cuando nació mi hijo, y a partir de ahí, o quizá un poco antes, desde que pensé a mi hijo, lo llamé, lo quise, lo busqué, ahí todo cambió y el proceso es ya imparable.
Todo es según el cristal con que se mira, y el título de este blog guarda un secreto tonto que solo yo conozco. Y es que la verdad, esto no es mas que el sustituto barato -en sentido puramente económico- de una terapia. Esto viene de la necesidad de curar mis ojos de las heridas que a veces les produce el estallido de los cristales a través de los que durante tanto, tanto tiempo, he mirado.
A veces, como ahora, cuando tengo tiempo, me dedico a buscar información en este bendito medio que es Internet, leo, descubro, encajo, recuerdo, asocio, y sobre todo sufro. Pero es un sufrimiento de alguna manera sanador.Porque leo y me resuena, leo y me identifico, leo y pienso, no estoy sola en esto, no soy la única en esto. Y eso es un buen principio, estalla el cristal que me hacia ver que era diferente, defectuosa quizá, rara en el peor de los sentidos. Cuando se rompe el cristal, los trocitos se clavan y duelen pero al mismo tiempo, es un peso que sale de encima.
Aqui busco el apoyo que no puedo encontrar en otra parte para hacer algo que ahora se que tengo que hacer. Algo que ahora mismo soy incapaz, pero que conseguiré. Se que no se entiende nada, o no se entiende apenas, pero me da lo mismo. Lo escribo para mi, porque la semilla está plantada, de hecho la semilla lleva mucho tiempo esperando como sólo las semillas de verdad saben hacer, protegiendo su contenido, con un sentido del tiempo que los animales no alcanzamos a comprender.
Yo no se aun cómo tratar a esta semilla, tengo miedo a regarla poco o mucho, miedo a exponerla demasiado al sol, o demasiado poco, tengo miedo a que germine y mas miedo aun a que no. No se si tendrá flor o si se desarrollará fuerte y sana o apenas morirá con un par de hojitas. El caso es que a dia de hoy no se como debo tratarla.
Doy gracias cada día, a veces a cada rato, a quien corresponda, por el hijo que he tenido que, con perdón por lo trillado de la frase, es lo mejor que me ha pasado y que me habría podido pasar en mil vidas. Gracias por él mismo, por su existencia como esa personilla maravillosa que es, por poder acompañarlo en su descubrir la vida, por tener la oportunidad de darle mi mejor parte. Gracias por el dolor que me supone el remover mi propia vida, porque sacar mierdas, airear y poner al sol es la única manera de arreglar las cosas de verdad. Duele pero vale la pena.

sábado, 7 de febrero de 2015

Me lo ha dicho el médico.



-Me lo ha dicho el médico.
-Ah (amen)

Como cuenta mi vecino Adolfo en su blog El Mirador, dice el proverbio etíope que "cuando las arañas unen sus telas, pueden matar un león"

Esto viene a cuento de la polémica por el libro "Víctimas de la lactancia materna" (no voy a enlazar ni a dar mas datos porque a estas alturas la blogosfera maternal lo requeteconoce)

Y lo de antes venía a cuento porque durante mucho, mucho tiempo, el médico ha sido la Autoridad, El que Sabe. En lo tocante a enfermedades, aunque habría muchísima tela que cortar, pase. Pero en cuanto a lactancia materna... Frente al Todopoderoso Doctor, las madres de los años setenta, Nestlé mediante, se rendían sin chistar, ni siquiera mentalmente, ante su diagnóstico: "tu leche no sirve" Toma ya. Que con la licenciatura en mediciina se que ve de regalo viene un analizador de la composición de la leche, en el interior de la teta, así a vista de pájaro (de pajarraco en este caso)

Anda que no he(mos) oído veces la frasecita: me dijo el médico que mi leche no servía...

Y es que la bata blanca da unos poderes que ríete tu de la capa de superman. Hace años una compañera me aseguraba que "no se pelan las zanahorias porque la vitamina está en la piel, me lo ha dicho el médico" Yo le respondí que las vitaminas de la zanahoria son "lo naranja" (los carotenos) con lo que es fácil darse cuenta de lo falso de la afirmación del médico. No importó "me lo ha dicho el médico" respondía ella a cada explicación. No hubo manera humana de atravesar ese muro. Si lo decía el médico, no importaba nada mas.

Por eso me alegra tanto que las arañas hayan conseguido en este caso a través de la red, gracias a la red, pararle los pies al insentato autor del librito de marras. Me alegra que una araña tras otra hayan ido uniendo sus telas para detener tanta burrez.hasta conseguir detener al león. Desenmascararle. Me alegro. Y me quedo con el proverbio.

jueves, 29 de enero de 2015

Señor Pedro Sánchez, póngase tetas que a mi me da lo mismo

La crisis económica en Grecia ha sido un factor clave en un aumento de la prostitución en el país. Un nuevo estudio llevado a cabo conjuntamente por el Departamento de Criminología de la Universidad de Panteion, el Centro Nacional para la Investigación Social y el Defensor del Pueblo griego ha observado un aumento del 1.500 por cien. Mujeres desempleadas jóvenes están recurriendo a la venta de sexo y el número de víctimas de trata de personas va en constante aumento. Muchos estudiantes están vagando por las calles del centro de Atenas, en un esfuerzo para pagar sus estudios, pero estas mujeres informan de que el clima finical dura significa que hay muchos menos clientes y los precios han caído significativamente. Burdeles en Atenas ahora cobran alrededor de 20 o 30 euros, y operan sin licencias. Enfermedades de transmisión sexual como la sífilis, que habían desaparecido previamente, también han resurgido ahora.

Pero vamos, que parece que no pasa nada, que aqui lo importante para la "igualdad" es que haya ministras. Señoras ministras que llenen de pinceladas de color la foto de familia entre señores trajeados. Para que nos quedemos contentos y contentas y digamos 'ah, cuánta igualdad' 

Ya lo vemos aqui en Españistan desde que hay mujeres en el gobierno a las mujeres nos va mucho mejor. Cuando Soraya Saenz de Santamaría tuvo un hijo, enseguida se puso a luchar hasta conseguir ampliar nuestra ridícula baja maternal de 16 semanas hasta ampliarla a un año... ¿cómo? ¿que no es así? ¿que hizo un #aquinohapasadonada y a los dos días de parir volvió a trabajar, que es lo 'importante' ? Ah, es verdad. Se me olvidaba que por igualdad entendemos que las mujeres aspiremos a ser hombre, parece que ser mujer es menos per se, y que lo unico que nos dignifica como personas es Trabajar, ganar dinerito, cotizar, darle al euro, que si solo pares y crías eres una maruja, mantenida, víctima de la bayeta, toda una ciudadana de tercera.

Entendemos por 'igualdad' que haya señoras ministras, parece que con eso vale y nos sirve para todas. Pero es que iguales ya somos, ademas de diferentes. ¿Se plantean los hombres estúpidas cuotas a las que llegar para 'alcanzar' la igualdad? No. Simplemente porque se da por hecho que ellos ya estan en la situación 'correcta'. Somos nosotras las que tenemos que llegar hasta el rol masculino para alcanzar esa supuesta igualdad, y ahi está la trampa. No tendremos igualdad de verdad hasta que cualquier persona sea hombre o mujer tenga libertad para dedicarse a lo que quiera, criar hijos o conejos, ser astronauta, hacer croquetas o reparar aviones, hasta que limpiar los mocos a tus hijos sea igual de digno que trabajar de cajera, de señora de la limpieza, de policía o de jardinero.

De verdad verdadera de la buena que no entiendo a quienes se escandalizan porque no haya ministrAs en el nuevo gobierno griego. En cambio el aumento del 1.500 % en la prostitución (1.500% !!!!) con todo lo que ello conlleva parece ser que nos importa una m.

Menos mal que aqui tenemos muchas políticas, ministras, consejeras, asesoras, alcaldesas y la madre que las pulimentó a todas. A toda la sarta de inútiles, que efectivamente aportan a la igualdad la demostración de que una mujer puede ser exactamente igual de inútil que un hombre. Apenas he oido una declaración de una mujer griega en la caja tonta diciendo que poco le preocupa la ausencia de ministrAs en el nuevo gobierno griego, que lo que le importa es que haya personas -personas- competentes, que actuen, que luchen, que de verdad se muevan y hagan algo para cambiar la situación.

Y como no, aprovechando el tirón y/o para hacerse el simpático-moderno a ver si rasca unos votillos, Pedro Sanchez, del PPSOE, se escandaliza ante las cámaras -me imagino que en privado le importa dos pepinillos- de la dicha ausencia de mujeres... vamos vamos es que sólo se me ocurre mandarle a un sitio que empieza por la m, y no es el mar, asi que mejor aqui lo dejo.

domingo, 2 de noviembre de 2014

Teta-sin

Es verdad que tengo el tema teta olvidadillo. En este blog he escrito poco o nada sobre él, quizá porque me ha pillado en un momento en que no doy teta (con leche, porque sin leche mi hijo continua 'tomando' cuando así se lo pide el cuerpo)
Pero cuando leo artículos tan buenos como éste de Mónica Felipe-Larralde se me despierta el gusanillo y al mismo tiempo me doy cuenta de que a pesar de la mucha información teórica que adquirí antes del nacimiento de mi hijo y a pesar de cinco años de experiencia como madre lactante, todavía es mucho mas lo que me queda por aprender y por desaprender.
Por desaprender porque incluso madres hippys perroflauticas como yo, de las que no se tiñen el pelo y se han sacado la teta en sitios inimaginables, seguimos leyendo con mansedumbre aquello de que "la lactancia materna es lo mejor" pues no, no y no. Como bien explica Mónica, la lactancia materna no es lo mejor, sino lo normal, lo que debería ser por defecto, igual que lo normal para concebir un hijo es lo normal, y no por haber fecundaciones in vitro la gente deja de...
La leche de la teta humana es lo normal y darle a un bebé humano leche de vaca en polvo debería ser sólo un último recurso al que recurrir cuando realmente todo lo demás falla.
Y al igual que no está socialmente mal visto recurrir a la FIV cuando no se puede concebir de la manera normal, tampoco debería estar socialmente mal visto alimentar a un bebé con leche de fórmula. Atacar a quienes "dan biberón" nos hace un flaco favor a todos. No se trata de atacar. Entre bomberos no se pisan la manguera y eso deberíamos hacer las madres.
A nadie se le ocurre que sea peor o mejor madre quien ha concebido a su hijo por FIV, por el mismo motivo no habría ni que plantear el debate de si es es mejor o peor madre por el tipo de lactancia. Pero tampoco se le ocurre a nadie (que sepamos) saltarse la vía natural e irse directamente a la FIV con argumentos como "es que tener que hacer el amor todas las noches es una esclavitud" o "si no me tengo que acostar con mi marido me queda tiempo para mi" o "me lo programo en la clínica y así no tengo que faltar al trabajo"
La leche materna humana es perfecta para un bebé humano, lo dicen los estudios, la naturaleza, el sentido común, el corazón y hasta el olorcito de las cacas de un bebé que mama, de un par de meses. Lo niegan los fabricantes de leche en polvo. Lo niega el patriarcado en general, que tonto no es, y sabe que una mujer que se convierte en madre que amamanta es una mujer que adquiere un poder que nunca antes había tenido. Así me sentí yo a los tres dias de nacer mi hijo por cesarea, con un poder que no había sentido nunca. Después de que me sacaran al niño de dentro sin yo notar ni sentir nada de nada, la lactancia vino a suplir esa falta de sentimientos por un lado y a removerme por dentro como un ciclón, pero ese es otro tema.
Despues de algunos periodos sin amamantar, mis tetas ya no hacen leche, pero siguen siendo el recurso fantástico en muchas situaciones. Mi hijo me pide teta cuando sabe que necesita relajarse un poco antes de dormir, si se nota inquieto, si le duele algo, si algo que ni él mismo sabe qué es le mantiene intranquilo... teta!!! mas o menos le da el uso que muchos adultos hacen/hacemos de los ansiolíticos. Con cero efectos secundarios, claro. Y ya es mera succión, no lo hace por la leche en si, sino por contacto, cariño, protección... por ese otro tipo de 'alimento' que es igual de importante que el alimento físico. Se sigue alimentando él y a mi también me sirve... hasta sin leche, la teta es la leche!

martes, 14 de octubre de 2014

Juicios... condenas

Reconozco que me resulta difícil no juzgar a las otras madres. Pero también me reconozco que cada vez lo hago menos, o evito mas el hacerlo, o me doy cuenta y paro a tiempo.
Porque me doy cuenta de que juzgar es una cosa que he mamao. Y lo que se mama pesa mas que lo que se 'hereda' genéticamente hablando. No hacía falta, respecto a eso, que se inventara la epigenética. Lo que se ha mamao, se incrusta a la neurona como un resto de lasaña precocinada,
Mamao, mas de mamá que de mamar. Lo que durante la mayor parte de tu vida has visto, has aprendido y no se si aprehendido también, lo que has interiorizado como normal, eso es lo que haces. A menos que te arremangues bien y metas la fuente de la lasaña en agua caliente y jabón, y tengas la bendita paciencia de esperar, y después frotar, y volver a remojar, y otra vez darle...
Reconozco que juzgo y muchas veces de manera superficial a otras madres. Y no es que las juzgue, que eso nunca es problema, el problema es que las condeno a la de ya, y por supuesto en segundo y medio mi ego me declara 'mejor madre'
He mamao juzgar a todo quisque, tender a opinar lo peor, resaltar carencias e ignorar virtudes; señalar fallos y salir, como no, siempre ganando en la comparación.Y en la maternidad no iba a ser menos. El ego serpentea buscando paz de la que nutrirse, pero yo desde mi bañera de agua caliente con fairy, creo que puedo reconocerme que le reconozco, bacalao, aunque venga disfrazao. Hace poco leí que pensarse mas 'evolucionado' o mas 'profundo' o mas 'espiritual' que los demás no es mas que una trampa del ego. Y así es. Tampoco hace falta ser Einstein para darse cuenta.Salvo algún caso flagrante -que de todo hay- la gran mayoría de madres, como de personas, lo hacemos (en contra de lo que yo mamé)  lo mejor posible. Aunque yo creo que si que hay madres mejores que otras, igual que hay pasteleros mejores que otros. Pero ese es otro debate. Así que en cuanto me sorprendo poniendo mentalmente a caldo a una madre que hace tal, o a otra que hace pascual, saco mi estropajo (mental, claro) y busco con alguna otra área de mi cerebro (o de mi corazón, supongo) algo de esa madre que si me guste, que me aporte a mi como madre, que me haga crecer y aprender de ella, porque seguro que algo bueno tiene que no tengo yo, y es con eso con lo que quiero quedarme y no con lo otro. Quiero elegir yo, y no que elija lo mamao, y aunque es costoso y difícil, lo voy consiguiendo, y es muy satisfactorio

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Maternar

¿Qué significa maternar a un niño? Significa dar prioridad a las necesidades básicas de la criatura por sobre las propias. ¿Por qué nos resulta tan difícil? Porque cuando nosotras hemos sido niñas, no hemos sido colmadas en la medida de nuestras expectativas. Hoy que hemos devenido adultas, en parte anhelamos auto satisfacernos, nutrirnos y cuidarnos para compensar aquel vacío original. Así se establece una “lucha” entre el deseo del niño real y el deseo de la niña que habita en nuestro interior.  Resulta que ése será el principal desafío: el de reconocer la infancia real que hemos experimentado. Especialmente la distancia que hay entre aquello que nos aconteció (el nivel de desamparo, soledad, violencia, engaños, castigos o incomprensión al que hemos estado sometidas) y aquello que creemos recordar. Si no tenemos un panorama claro sobre las experiencias de nuestra niñez, difícilmente podamos comprender aquello que el niño reclama hoy.
¿Sirve evocar la propia infancia cuando tenemos hijos? Más que nunca. Porque no podremos comprender, percibir ni compadecer a un hijo; si antes no hemos retomado el contacto íntimo con la niña que hemos sido.
Laura Gutman
Qué bonita verdad es esa de que cuando nace el hijo, nace la madre. Lo que no es menos cierto es que mientras crece el hijo, crece también la madre. No es menos cierto, pero también es muchísimo menos frecuente, por ignorancia, por cobardía, por cultura o por costumbre, o seguramente por esas y otras muchas cosas. 
Crecer mientras tu hijo crece, reandar tus pasos, volver a tener cuatro años cuando tu hijo tiene cuatro años, es una tarea dura, difícil, casi titánica, diría yo, tanto mas cuanto mayor es esa distancia que magistralmente explica la Gutman. 
Maternar, como ella dice, o bien-criar, o simplemente criar, para mi también es dar prioridad a las necesidades de la criatura, por mal visto que esté, que lo está. Eso aun hace mas arduo el recorrido, el reencuentro con 'la niña que hemos sido'
Leer a Laura Gutman me reconforta, me sirve y me calma; sabe poner palabras a emociones de las que nadie habla.
Para mi, el proceso que ella llama "evocar la infancia" ha sido y es un proceso inevitable. No se si otras madres se lo ahorran, se lo saltan, o lo intuyen y lo encierran bajo siete llaves. Si que se de alguna otra que también lo vive a full. En mi caso es algo que varía entre una suave brisa en la superficie de un lago y el efecto de una batidora entre los ingredientes de un gazpacho. Unas veces mas intenso y otras menos.
Qué razón tiene la Gutman, no puedo acompañar a mi hijo, aceptarlo de verdad, criarlo en todos los sentidos, si no soy su madre, su madre adulta y no una niña que está a su misma altura y sólo se relaciona con el en términos de lucha por no se sabe bien qué.
Evocar mi infancia me resulta en lineas generales bastante doloroso. Porque la distancia es grande. La distancia entre lo que creía recordar y lo que recuerdo.La distancia entre cómo lo veía y como lo veo. La distancia entre lo que no comprendía y lo que voy comprendiendo. Mi etapa adulta-antes-de-madre fue un periodo de calma, al menos en superficie, una época de 'aquello pasó y pasó' pero el nacimiento de mi hijo ha sido la pedrada lanzada al lago en calma. 
Y como sanar de verdad una herida mal curada, es un proceso incómodo, duro y doloroso. Y la paciencia nunca ha sido mi fuerte, pero esa misma piedra que arrambló con la calma es la que me da energía para seguir el proceso, para bien-criarlo a él, y al mismo tiempo curarme yo. Incluso para volver a romper huesos rotos que soldaron mal, y colocarlos esta vez en su sitio. Cómo dijo alguien "soy afortunada: nada en esta vida me ha resultado fácil" 
No se cuánto durará este proceso, quizá ni siquiera termine, no me importa, si sirve para bien de mi hijo, y de manera simbiótica, para el mio propio.